Educar para el futuro incierto
La Costa Rica de las décadas de los setenta y ochenta se colocaba entre los tres mejores países de Latinoamérica en desempeño educativo.
Las pruebas PISA y el Estado de la Educación señalan que ya no estamos en esa posición e identifican un conjunto de debilidades relevantes en nuestro sistema, con el cual conseguimos la alfabetización de los estudiantes, pero no educarlos, según los informes 7 y 15 del Estado de la Nación. Este desafío se suma a una nueva realidad: no logramos mantenerlos en las aulas.
Los éxitos educativos que se vislumbran son los requeridos en la cuarta revolución industrial y a estos deben agregarse los retos impuestos en el siglo XX que quedaron pendientes…