Desaprender es más difícil que aprender
Los seres humanos aprendemos naturalmente y de manera constante, un rasgo fundamental que nos ha permitido sobrevivir como especie y habitar gran parte del planeta.
Cada cosa que aprendemos es el resultado de una activación de determinadas conexiones entre neuronas, cuyo patrón define la base de la memoria (no aprendemos sin la memoria). Esa “huella” neuronal se consolida cada vez que recordamos lo aprendido, de ahí la importancia de la práctica; y se puede ampliar, precisar, profundizar o ajustar mediante nuevos ciclos de activación de neuronas, es decir con nuevas experiencias de aprendizaje.
Aunque esta explicación suene complicada, aprender es relativamente fácil. Sin embargo, si aprendemos algo errado, la huella inicial que se marcó en nuestro cerebro no se borra nunca: se puede ajustar y hasta formar una nueva huella “corregida” pero no borramos la original. Es muy importante tener esto presente…
Leer más...